Para Aduana Sería Un Absurdo Aumentar Ley de Importación de Vehiculos Usados a Siete Años.
La iniciativa de cambiar la Ley de Aduanas podrá derivar en peor, si se toman en cuenta las últimas manifestaciones aprobatorias de ciertas instancia del Senado, que fueron reseñadas por los medios de prensa. Sería un grave error que el proyecto de Ley sea convertido en una herramienta de promoción política. Que se ofrezca una nueva Ley de Aduanas, como que si se tratara de un bien transable. Evidentemente, el peligro de una contrarreforma es previsible.
Preocupa el hecho de que son las mismas instancias que impulsaron la aprobación de la ley mediante la cual se incrementaba hasta los siete años la importación de vehículos usados, las que han prometido firmar de puño y letra un nuevo dispositivo para las aduanas. Pretender justificar que con vehículos más viejos se mejoría el parque vehicular, se aminorarían los daños al medio ambiente, y se recaudarían más impuestos, es un acto simplemente descabellado. Instancias de las que se esperarían razonamientos mejores, cometen el error de asumir que con una base impositiva menos, con la misma cantidad de vehículos a ser importados se recaudaría más. Sucederá que, así como hoy más del 80% de los vehículos usados corresponden a los años 4 y 5, el 6 y 7 de menores valores FOB y, consiguientemente, pagaran menos impuestos. Cualquiera podría creer que los señores congresista no conocen de fórmulas matemáticas simples o del comportamiento de la demanda de un bien como los vehículos. En realidad, no hay que ser un genio para deducir por qué, de tantas leyes importantes pendientes, las cámaras aprobaron la de los vehículos usados, a pesar de los absurdos irrefutables, nada más y nada menos que: de urgencia. Traigo a colocación aquella insensatez oportuna, para evidenciar y llamar la atención con respecto a que con el Proyecto de Ley de Aduanas, podría suceder lo mismo. Espere la segunda parte.