SANTO DOMINGO.- La Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave) denunció hoy que un significativo número de importadores de automóviles usados han logrado burlar las leyes y presentar declaraciones aduanales con valores por debajo del costo.

Acofave sostiene que, además, la mayoría de esas empresas ni siquiera son debidamente fiscalizadas, lo que hace posible que algunas se dediquen al lavado de activos, tanto de fuentes internas como externas.

La entidad reclamó a  la Dirección General de Aduanas, a la Dirección General de Impuestos Internos, y demás autoridades fiscales, hacer cumplir las leyes a aquellos del sector que tanto daño le están haciendo al país, al colocarse por encima de la ley.

Explica que “las empresas que integran Acofave son legalmente organizadas, con cuantiosas inversiones en infraestructura, talleres, repuestos y capacitación de recursos humanos”.

Asimismo, afirma que en su conjunto, esas empresas han contribuido durante años con más del 25% de los impuestos que se recaudan en el país, y constituyen el segundo sector en aportes al fisco.

Dijo que esa situación se torna más grave en la medida en que las autoridades nacionales están empeñadas en cumplir con los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional e incrementar los ingresos para reducir el déficit fiscal acumulado en el 2010.

“Es inaceptable, en una sociedad organizada, que un grupo de importadores informales, irrespetuosos de la ley, de los cuales muchos no pagan impuestos y tiene por norma la subfacturación y el contrabando, estén actuando por la libre en nuestro país”, expresó.

Según Acofave, esa situación contribuye al caos vehicular, al engaño constante al consumidor, modificaciones fraudulentas de los milleros y al fomento de la inseguridad y la contaminación ambiental, debido a las chatarras que se importan y modifican para su venta.

La asociación de los  concesionarios anota, además, que importadores no autorizados no cuentan con infraestructura de servicio, de mantenimiento ni inventarios de repuestos para los vehículos que comercializan, dejando al cliente a su propia suerte en caso de que se requieran reparaciones o servicios de garantía.