Acofave apoya mejoras de Aduanas en valoracion vehículos importados
La Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave) expresó este jueves su apoyo a las autoridades de la Dirección General de Aduanas (DGA) por sus esfuerzos para perfeccionar el sistema de valoración de los vehículos que se importan en el país.
El presidente ejecutivo de la entidad, Enrique Fernández, informó que una justa valoración de las mercancías importadas en un sector específico, incide positivamente en la equidad y la justa competencia entre los actores de dicho sector.
Explicó que los importadores de vehículos nuevos son fiscalizados, entre otras metodologías, mediante la documentación original de las facturas de fábrica, y los manifiestos de embarques en las aduanas extranjeras desde donde se realiza la exportación, señala una nota de prensa.
Fernández hizo la reflexión de que el mercado de vehículos usados es mucho más complejo que el de los nuevos, ya que es casi imposible que dos vehículos de la misma marca, modelo y año coincidan en el precio, pues que cada unidad tiene un precio conmensurable con el trato que ha recibido, la necesidad que tiene el vendedor de completar la transacción, la demanda que tiene el modelo en el mercado por la reputación de calidad de que es objeto, y las condiciones socio-económicas que afectan transitoriamente al mercado de donde provienen.
El presidente ejecutivo de Acofave expresó que ya es una liberalidad de Aduanas trabajar los vehículos usados con una lista de referencia que aplica una valoración similar a todos los vehículos de una misma, marca, modelo y año. No obstante, añadió que resulta insostenible que se pretenda que dichos valores sean inamovibles cuando de todos es conocida las alzas de precios que se producen año tras año en el sector vehículos.
«Con las crisis que se vieron afectadas algunas de las principales economías del mundo, como la de Estados Unidos, Europa y Japón, muchas personas decidieron extender el tiempo de uso de sus vehículos y en otros casos se vieron muy limitados a comprar vehículos nuevos. Esta situación trajo como consecuencia un incremento en la demanda de vehículos usados y a su vez una reducción de la oferta en esos mercados, y por consiguiente un incremento en los precios, situación que se ve reflejada en los recientes valores de importación en República Dominicana», dijo.
De igual modo, Acofave dijo que apoya el trabajo que viene realizando Aduanas en favor de los consumidores restringiendo la importación de vehículos chocados y vehículos de salvamento (declarados como pérdidas totales por accidentes), inundados, con características técnicas adulteradas con respecto a su condición original (guía a la derecha, kilometraje manipulado, etc.).
«Si analizamos que la República Dominicana es segundo país del planeta con mayor número de accidentes per cápita de vehículos de motor, la DGA persigue con medidas como las adoptadas, en permitir que los vehículos que circulen en nuestras calles sean aptos para su conducción, salvaguardando la seguridad e integridad de sus pasajeros», agregó.
Por otro lado, señaló que los vehículos nuevos presentan precios más competitivos debido a la devaluación de algunas monedas, como el caso del Yen Japonés y del Euro, esto aunado a los efectos que generan los tratados de libre comercio suscritos por RD, donde se eliminan los aranceles de importación, hace que los consumidores puedan contar con precios más económicos reduciendo la brecha de valores entre nuevos y usados.
Resaltó, asimismo, que los vehículos nuevos cuentan con garantía de fábrica de hasta cinco años y/o 100,000 kilómetros, lo que ocurra primero. Durante dicho período el consumidor no debe de preocuparse por reposición de piezas, ni por mano de obra, lo que constituye una economía para el presupuesto familiar y para el país en general, pues cualquier gasto lo cubre el fabricante original. Adicionalmente, los vehículos nuevos, como promedio de todas las categorías, cada año recorren más kilómetros por galón de gasolina, gracias a las regulaciones medioambientales y de economía que imponen las autoridades de los países en los cuales se fabrican.